El Caballito, en la ciudad de México
Como tal vez hayáis notado leyendo algunos posts sobre la ciudad de México, muchos monumentos de esta localidad han sido bautizados con apodos amigables por los habitantes de la capital mexicana.
Ya lo hemos visto con el famoso Ángel de la Independencia, que es en realidad una estatua de la Victoriaalada que conmemora el Día de la Independencia mexicana. Hoy os presentaré un caso similar: se trata de El Caballito de Tolsa, una estatua ecuestre hecha de bronce que fue construida en honor de Carlos IV de España.
Más allá de la enternecedora familiaridad con que la conocen los habitantes de México DF, esta escultura es también un monumento maravilloso, situado en un lugar que os recomiendo visitar: la Plaza Manuel Tolsá.
El nombre de la plaza le fue legado por el mismo arquitecto y escultor que diseñó la estatua de Carlos IV. En sus orígenes, la escultura fue colocada en la Plaza Mayor, también conocida como El Zócalo. Allí se inauguró el 9 de diciembre de 1803, un evento rodeado de festejos y celebraciones.
Estuvo presente el barón Alexander von Humboldt, de quien se registra la opinión de que la estatua de Carlos IV es solo inferior a la estatua ecuestre de Marco Aurelio que puede verse en Roma. Y si bien no estamos en condiciones de ratificar o disentir con esta opinión, bien vale la pena conocer un monumento tan bien elogiado.
La estatua fue movida de su original posición tras la Independencia de México, que por ese entonces hizo crecer la intención de colocar en este lugar central de la ciudad un monumento alusivo a la victoria de la república.
Así fue que Carlos IV fue mudado al patio de la antigua Universidad de la ciudad. Ya en 1979, se la trasladó nuevamente a su actual emplazamiento, frente al Palacio de Minería, cuya fachada principal da a la Plaza Manuel Tolsá.
Foto Vía: Carlos Martínez Blando

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