Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada en México
La producción literaria de un país está conformada, además de por grandes obras narrativas, cuentos, novelas y poesías, por trabajos que tienen que ver con el pensamiento y la reflexión, ya sea en ramas como la economía o la filosofía. Precisamente gran parte de ese material, que resguarda la visión política de la República de México a lo largo de toda su historia, está protegido en la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada a cargo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Esta biblioteca se encuentra ubicada en República de El Salvador 49, en pleno centro de la Ciudad de México: allí se pueden encontrar obras pertenecientes a grandes maestros del pensamiento económico y social como Jesús Silva Herzog, su fundador, Daniel Cosío Villegas y Agustín Yáñez. Su edificio es el del Antiguo Oratorio de San Felipe Neri, típico representante del arte churrigueresco que fue erigido en 1751 por los padres de la orden de los felipenses y cuya fachada se ha convertido en un notable monumento.
No obstante, la biblioteca recién se fundó en 1928 como una forma de potenciar el estudio de las ciencias económicas, aunque su primera sede fue la Capilla de la Emperatriz en Palacio Nacional y recién en 1957 obtuvo el nombre de Miguel Lerdo de Tejada, antiguo funcionario de Hacienda. Fue a partir de 1970 que se trasladó al Oratorio, donde también había funcionado el Teatro Arbeu.
Hay que destacar que entre sus colecciones bibliográficas, sobresalen el Fondo Reservado con más de 25 mil libros publicados desde el siglo XVI al XIX, además de las bibliotecas de importantes figuras de la vida política, social y cultural de México. Por ejemplo su hemeroteca está considerada entre las más importantes y ricas del mundo. Además de libros, se pueden encontrar periódicos y revistas del siglo XIX. En cuanto a sus instalaciones, destaca su sala de lectura, reservada exclusivamente para investigadores, y que exhibe un mural del pintor ruso Vlady Kibalchich.
Actualmente se pueden consultar allí todos los periódicos de circulación nacional, que se reciben diariamente. Entre sus servicios hay que mencionar su colección de discos compactos, que amenizan la estadía, y la posibilidad de conectarse a Internet, que es parte de la modernización a la que vienen apuntando sus autoridades.
Esto, sobre todo, se vio avanzar en 2008 cuando la biblioteca cumplió 80 años. En esa ocasión se la remodeló y además de planificaron una serie de tareas de cara al futuro, con el objetivo de convertirla en un espacio inmejorable, moderno y vital.
Foto vía: Flickr

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