Visita a la Parroquia de la Santa Cruz
Bajo la inspiración de Concepción Cabrera de Armida, quien llamó a vivir la espiritualidad de la cruz de Jesús a través del espíritu santo, es que fue creada por la congregación la reconocida Parroquia de la Santa Cruz de Pedregal, en la Ciudad de México. Este templo se encuentra a cargo de los misiones del Espíritu Santo, que es una congregación fundada por el padre Félix de Jesús Rougier en diciembre de 1914.
La iglesia está ubicada en la colonia Jardines del Pedregal, en la capital de la República de México: su dirección es Avenida de las Fuentes 580. Llamativa por su forma, la construcción estuvo a cargo del arquitecto José Villagrán, aunque posteriormente sería modificada de manera drástica en 1967 por Antonio Attolini Lack. Estos cambios se pueden notar al hacer una comparación entre el aspecto conservador de la fachada con su interior mucho más moderno.
Villagrán llevó a cabo la obra entre 1960 y 1966. Pero luego, siguiendo las normas litúrgicas del Vaticano II y con el asesoramiento del padre Manuel Arellano, es que Attolini Lack concluyó los trabajos. En septiembre de 1967 el templo quedó construido en su totalidad.
La Iglesia de la Santa Cruz está concebida con una arquitectura sencilla, cuyo objetivo es trasmitir una fuerte idea de pureza. Se trata de un edificio que tiene una planta circular y a su vez la fachada tiene seis triángulos de acero que se encuentran sobrepuestos a lo largo de un friso horizontal. Esta estructura cubre lo que es todo el acceso principal, y se debe mencionar desde afuera la enorme cruz que se eleva sobre el triángulo principal, ordenando de alguna manera todas las dimensiones del templo.
Sobre su arquitectura, tan disímil en el interior y en el exterior, hay que señalar que por afuera hay diversos materiales utilizados en la construcción, como por ejemplo el vitral, el hierro y el concreto. También nos encontramos con una escultura que recrea una coronación de espinas.
Ya en lo que tiene que ver con el interior, la planta circular está delimitada por muros de piedra volcánica, los cuales están cubiertos a su vez por mantos de modulación triangular y abstencional. El espacio está dominado por lo que es su ábside que tiene un aspecto de cono partido. A su vez, otro detalle a tener en cuenta, es el amplio presbiterio que tiene líneas y masa asimétricas cerca de lo que es el altar.
Foto vía: Arqred

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