Parque Acuático Taretán y sus aguas curativas

Parque Taretan

Para quienes busquen un poco de actividad turística natural, deben tener en cuenta que en cercanías de Jalisco nos encontramos con el Parque Acuático Taretán. Este lugar, ideal para refrescarse, aprovechar sus aguas termales o descansar al aire libre, tiene la particularidad de albergar una serie de leyendas que le dan vida y le agregan misticismo.

Una de las particularidades del parque es que no se cobra entrada para ingresar, por lo que es totalmente público y abierto para todos. Con sólo avisar a la Policía Municipal, que se encarga de vigilar el área, usted ya podrá acampar en medio de un paraje natural que suma una espesa arboleda, con eucaliptos, sauces o álamos como especies más habituales.

Sin embargo, algo que se debe conocer es la leyenda que alberga el lugar, lo que llevará a disfrutar de una mejor manera la estadía. Según cuenta la tradición, hasta allí se dirigió el gran Tanganzoán, quien gobernaba el reino de Michoacán, cuando su hija enfermó inexplicablemente de una enfermedad muy difícil de curara.

Por entonces, dicen, se utilizaron todos los poderes que se usaban habitualmente, como por ejemplo sacerdotes que imploraran o curanderos que realizaran algún hechizo. Sin embargo, fue la presencia de un Dios la que sugirió que llevaran a la chica hasta las aguas de este manantial que hay en Taretán, ya que sus aguas serían curativas.

Fue entonces que se organizó el viaje hasta ese lugar, bajo la promesa de Tanganzoán de que si su hija sanaba, terminaría creando un pueblo en este lugar. Como esto sucedió tal cual lo había mencionado aquel Dios, finalmente el gobernante cumplió con su promesa y denominó además al manantial con una palabra en lengua purépecha: Taretán.

Si bien esto se desprende de viejas leyendas, no fue hasta 1950 que el lugar no se popularizó entre la gente. A partir de entonces, muchos empezaron a viajar hasta aquí buscando el relax que no encontraban en su lugar. Hoy allí se pueden encontrar instalaciones como un teatro al aire libre, lugares para comer y áreas verdes.

Lo principal, no obstante, es la posibilidad de bañarse en las albercas naturales que existen paraje de la República de México, incluso llegando hasta un sector donde se ha formado una pequeña laguna con el monte como telón de fondo. Se recomienda llevar repelente contra insectos, porque la zona está bastante poblada.

Y en el caso de que no quiera bañarse -o ya lo haya hecho- puede asar un poco de carne en unos lugares montados para tal fin. Luego de suculento plato, obviamente, lo mejor es tirarse a dormir una siesta entre los pastizales. La idea es recargar las energías para volver a la rutina de la gran ciudad.

Foto vía: Gabe150

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